GutenVer: ¿Nos podrías contar un poco de ti mismo, de dónde eres, dónde estudiaste?

Gustavo Abascal: Esa es buena pregunta, buena y mala. Soy del DF y la mayoría de mis cosas las he producido en México; estudié artes y a la par literatura, creación y novela breve. Empecé a escribir una novela, pero abrí los ojos y me di cuenta que nadie quería leer a un escritor mexicano.

GV: ¿Alguna vez te publicaron?

GA: Sí, me publicaron en una antología en homenaje a Raymond Carver, lo curioso fue que el texto que eligieron fue el que menos tenía que ver con él, o al menos yo sentía eso; con lo demás que escribí no tengo ninguna intención de hacer algo, lo hice más como una necesidad, en realidad mucha de mi pintura también es eso, una necesidad.

GV: ¿Es esta tu primera exposición en solitario o ya has tenido algunas más?

GA: Pues yo creo que debo tener pintando alrededor de diez años, pero formando parte del evil empire de las galerías debo tener cinco, fue por ese período que tuve mi primera exposición individual, en total debo tener cuatro o cinco exposiciones individuales, dos siendo proyectos y las demás a manera de retrospectiva.

GV: ¿Cuéntanos de que se trata The Faculties of Sadness?

GA: Hace un par de años me empezó a interesar mucho la psiquiatría y las malfunciones de la psique, me dediqué a leer mucho sobre el tema, me pareció maravilloso como es que la mente funciona; es por eso que también me llamó mucho la atención el título de un disco de Ministry, The Mind Is A Terrible Thing To Taste; me di cuenta que mi trabajo siempre ha coexistido con la literatura y cuando leía cosas médicas lo hacía de manera gustosa y no como algo informativo o de bagaje cultural, además de que la ciudad y las relaciones personales me empezaron a generar una suerte de neurosis, fue entonces que decidí transformar esta misma en algo positivo y tomarla como una facultad para crear mi obra, que si la miras te darás cuenta que no es muy amigable.

GV: ¿Cuál fue el proceso que se llevó a cabo en las pinturas que ahora expones?

GA: Bueno, aquí hay obra desde el 2007 y podrán encontrar algunas piezas que nunca expuse, que expuse fuera de México, que produje e inmediatamente se vendieron o algunos que se encontraban dentro del gusto del público y que nunca habían podido ser vistas. El proceso de las mismas comenzó con la literatura, para mi la preconcepción de la imagen siempre está en la lectura, ya lo visual viene muchísimo después.

GV: Podemos observar que las pinturas que expones están presentadas en un formato pequeño, ¿hay alguna razón para esto?

GA: Es un poco como la ficción breve, que no es considerada un género literario tan importante como la novela o la poesía, claro, a menos que seas Monterroso. No me explico por qué los formatos pequeños no tengan el mismo peso que los grandes, también tienen un proceso y días de trabajo.

GV: ¿Te gusta más el formato pequeño o el grande?

GA: Es que el proceso de los dos es muy amplio; el formato pequeño se vuelve muy íntimo, se puede decir que su coexistencia se da entre tres personajes: el autor, el espectador y la pieza. Y el formato grande tiene una connotación mucho más pública, en él manejo temas distintos.

GV: Vemos también que hay una pintura en porcelana...

GA: Sí, mi abuela me enseño a pintar en porcelana; cuando quise encontrar un soporte distinto para hacer la gráfica empecé a hacerlo en ese material, era como dibujar con técnicas de pintura, un universo totalmente distinto. Me encantaron los resultados porque era exactamente lo que quería hacer.

GV: ¿Cuales son tus lecturas favoritas?

GA: El año pasado leí mucho a Houellebecq, siempre me ha gustado el realismo sucio y el humor negro; leí a Richard Ford; de la filosofía de Frankfurt, y nunca pude dejar de leer a Cioran. Esas son parte de mis referencias y la verdad es que no quiero encasillarme a decir que siempre leo a esos autores cuando tengo que hacer parte de mi obra pero me resulta inevitable sacarlos a la luz. De entre ellos el que más me conmovió fue sin duda Houellebecq, me resulta increíble como es que el autor te lleva a querer identificarte con su personaje principal a pesar de saber de antemano que siempre saldrá perdiendo.

GV: Me contabas que te influyó mucho el título de un disco de Ministry, ¿qué tanto peso tuvo en ti la música al momento de pintar?

GA: Pues no podría decir que soy un melómano, eso sería muy hipster de mi parte, pero si escuché mucho death rock, dark, etéreo, lo-fi, y dentro de la discografía que me acompañó se encuentra la ya muy sobada serie de The Smiths, de Morrisey; algo de drone como Sun O))), Pyramids, Nadja.

GV: ¿Cómo fue el acercamiento con Arte Tal Cual?

GA: Yo daba un taller de ilustración literaria, mismo que tomó Viviana Kuri, ella conocía a Ana (Directora de proyectos Arte Tal Cual), le recomendó mi trabajo, hablamos y les propusé esta pieza.

GV: Leía en el texto de la introducción a tu exposición escrito por Viviana, quién resultó ser la curadora, que te basaste mucho en el síndrome de Stendhal, ¿puedes explicarnos en que consiste?

GA: El síndrome de Stendhal es aquel que generan los turistas, después de ver museos, edificios y demás, se produce una indigestión visual que se traduce en mareos y vértigos. Es por eso el formato de la exposición, se muestran tantas obras en muy poco espacio para que sean imposibles de observar con detenimiento hasta llegar a hartarte al punto de no querer ver más. Es por eso también de la elección del color en las paredes, Viviana me preguntaba si el síndrome tuviera un color, ¿qué color sería?, respondí que púrpura, un color molesto.

GV: ¿Con que se encontrará la gente cuando venga a ver tu exposición en Arte Tal Cual?

GA: Con un ejercicio psiquiátrico, en este caso el montaje que trabajé junto con la galería en un ambiente de mucha afinidad, y lo que le puedo decir al espectador que no ha visto la expo es que va a ver mucho, que después no verá nada y que al final es muy probable que no se acuerde de nada.

GV: ¿Crees que para hacer arte se tiene que estar triste o enojado?

GA: Sí, creo y afirmo como dijo Bukowski, que un hombre feliz no puede escribir y no tiene nada que decir, si tu lees una novela sin vicisitudes pues en realidad no te quedas con nada.

GV: ¿Hay tintes rosas en tu obra?

GA: Sí, claro.

GV: ¿Qué acontecimientos o personas te inspiran estos tintes rosas?

GA: Pues cuando te besa alguien, o tienes la oportunidad de revolcarte con alguien dices “bueno, entonces no le doy asco a la gente”, o sea uno es el peor juez de uno mismo y yo soy mi principal detractor; a pesar de eso hay períodos en los que me siento querido, en los que quiero que me quieran y en los que quiero querer.

GV: Veo sobre tus brazos un par de tatuajes, unas tijeras y una máquina de escribir, cuéntanos de ellos.

GA: Bueno, las tijeras son un pretexto para cortar con un período de mi vida, y la máquina de escribir es porque a mi como objeto me parece bellísimo, y una forma de rendirle culto a mis posibilidades muy cerradas en la lectura.

GV: Eventos que cambiaron tu forma de vivir....

GA: Pues, te las mencionaré de otra forma; tengo una lista de las cosas que me hacen sentir bien y feliz, y la primera es despertarme, tomar café y abrir la computadora; la segunda es saber que las personas que quiero, las cuales se pueden contar con los dedos de la mano, están bien y por último, vivir los momentos en los que sé que no pasa nada y todo está bien.

GV: ¿Consideras que es posible vivir del arte?

GA: Pues yo malvivo del arte.

GV: ¿Algún consejo para alguien que se quiere dedicar al arte?

GA: Que no lo haga, hay muchos creativos; siento que las nuevas generaciones se están inclinando hacia las humanidades, y no es que hayan malas propuestas o artistas pero, ¿dónde están las carreras técnicas? Para que nos sirven tantos artistas con tantas propuestas cuando ni siquiera hay la infraestructura para desarrollarlas, por eso tanta fuga de cerebros.

GV: ¿Alguna vez has pensado en tu futuro?

GA: Sí, no quiero llegar a los 40 años, no quiero volverme una bodega de dolores y molestias, ni ser una carga.

GV: ¿Algún mensaje final para los visores de GutenVer?

GA: Que vean la obra, que espero que surta el efecto que quiero, que esas historias no son mis historias, también son las historias de cualquiera, y que va a pasar lo mismo que cuando ves una película que te gusta, te quieres creer Batman, sólo que en estas historias nadie sale ganando, todos los finales son iguales.



Galería ArteTalCual
Colima 326-A
Roma Norte
México DF

The Faculties of Sadness
Hasta el 2 de Abril de 2010










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